Un tesoro en el corazón de Francia

  Hace poco leí el típico artículo en Internet de una revista de viajes que trataba sobre "los pueblos más bonitos de Francia". En esta lista venía, entre otros, el pequeño pueblo de Montrésor en pleno Valle del Loira y como iba a ir a esta zona me entraron ganas de conocerlo. Con esto de las listas de "los pueblos más bonitos de..." o "las montañas, las playas, los ríos, los mares o lo que sea más bonitos de..." pasa lo de siempre: que no conoces todos los sitios de la lista y por lo tanto no puedes opinar y que nunca vienen sitios que tú has visitado y que, sin duda, incluirías en dicha lista. El caso es que éste era uno de esos pueblos que no conocía y como a mí me encanta descubrir sitios nuevos pues allá que fuimos y desde luego no sé si es de los pueblos más bonitos de Francia pero bonito sin duda es.
  Montrésor es uno de esos pueblecitos con encanto que tanto nos gustan: pequeño, precioso, con callecitas encantadoras y bien conservado. Además tiene la gran ventaja de no estar masificado ni lleno de turistas por lo que se puede pasear tranquilamente por sus calles sin tener que ir esquivando a la gente.

Calle frente al castillo en Montrésor
Calle frente al castillo
  El coche lo dejamos frente a la oficina de turismo, es gratis y hay bastante hueco y ya aprovechamos para entrar y coger algún plano. Tienen folletos en español y en otros idiomas y la chica que nos atendió era muy agradable, ella misma te indica el recorrido circular recomendado para visitar lo más importante del pueblo.

Vista de Montrésor desde el castillo
Vista de Montrésor desde el castillo

Castillo de Montrésor
Castillo
  Te recomiendan un recorrido circular (¡mis favoritos! Pasas por todos los sitios importantes sin dar vueltas como un tonto) que comienza en la oficina de turismo, sube hasta el castillo, continúa por la calle que sale justo frente a la puerta y desde esa calle puedes bajar hasta los antiguos lavaderos, nosotros no llegamos a bajar pero desde la otra orilla del río se ven fenomenal. Después bajas hasta el río y ahí cogimos un sendero que va paseando por la orilla: desde aquí unas vistas muy bonitas de las casas y del pueblo así como de los lavaderos, como he comentado. Tras pasar una serie de puentes y calles llegamos al antiguo mercado, que es una estructura cubierta para proteger los diferentes puestos de venta. Y desde aquí otra vez al inicio.

Vista de Montrésor desde el río
Vista desde el río

Antiguo mercado de Montrésor
Antiguo mercado
  Por suerte pudimos entrar al recinto del castillo ya que había un hombre en la puerta que nos indicó que podíamos acceder y visitar sus jardines, miradores y el adarve y además ¡gratis! Cosa rara en esta zona en la que se cobra entrada por visitar cualquier castillo y además es caro. Al entrar hicimos también un recorrido circular empezando por la zona de la izquierda, de la que sale un mirador hacia el pueblo desde el que se ve una vista preciosa. De ahí fuimos por unos senderillos, un tanto abandonados y con maleza, que llevaban a la parte opuesta donde está el adarve con vistas al otro lado del pueblo, a la zona de la oficina de turismo. Siguiendo de frente hay una salida que te lleva otra vez al jardín. La zona central la tienen más cuidada con flores y demás. Merece la pena entrar y darse un paseo.
  Apuntaré este pueblo en mi lista de "los pueblos más bonitos de Francia"... que yo he visitado, claro.

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